Aunque la rata almizclera es nativa de América del Norte, es una especie introducida en partes de Europa, Asia y América del Sur. En algunos países europeos, como Bélgica, Francia y los Países Bajos, la rata almizclera se considera una plaga invasora, ya que su madriguera daña los diques y presas de los que dependen estos países de baja altitud para protegerse de las inundaciones.
