Vivimos en un mundo en el que cada vez viajamos más y más, lo que hace muy fácil que portemos con nosotros a estos insectos que son las chinches de cama. Esta plaga puede multiplicarse fácilmente y convertirse en un problema, ya que se pueden llevar en el equipaje, en la ropa o incluso viajar de un apartamento a otro, sin que nos demos cuenta.
Las chinches son insectos parásitos de la familia de los cimícidos que se alimentan exclusivamente de sangre. Hay al menos 92 especies de insectos en la familia Cimicidae, algunas de las cuales se alimentan de sangre de humanos, murciélagos, aves y otros animales de sangre caliente.
Las chinches de cama son comunes, especialmente en el caso de aquellos que viajan, ya que es muy fácil que pasen de cuarto a cuarto o al equipaje de los viajeros. Es bastante difícil deshacerse de ellas, atacan durante la noche y se alimentan de sangre humana y de otros anfitriones de sangre caliente.
Las chinches son insectos parásitos de la familia Cimicidae que se alimentan exclusivamente de sangre. Cimex lectularius, el chinche de cama común, es el más conocido ya que prefiere alimentarse de sangre humana. Su nombre deriva del hábitat preferido de esta plaga, ya que aparece en casas cálidas y especialmente cerca o dentro de camas y ropa de cama u de otras áreas para dormir. Las chinches son principalmente activas durante la noche, pero no son exclusivamente nocturnas. Por lo general, se alimentan de sus anfitriones sin que se noten.
Pueden provocar una serie de efectos adversos para la salud, como erupciones cutáneas y ampollas prominentes o síntomas alérgicos, ya que se conocen como parásitos humanos desde hace miles de años. Afortunadamente, las chinches no transmiten patógenos como vectores de enfermedades.