Los ácaros del polvo se alimentan de desechos orgánicos, como escamas de piel humana, y florecen en el ambiente estable de las viviendas. Los ácaros del polvo son una causa común de asma y síntomas alérgicos en todo el mundo. Sus entrañas contienen potentes enzimas digestivas que persisten en sus heces y son los principales inductores de las reacciones alérgicas.
