Las moscas son insectos pertenecientes al orden Diptera. Es éste un Orden grande, que contiene una estimación de 1,000,000 de especies, incluida la mosca doméstica, que es una de las plagas más comunes. Aunque en su mayoría se consideran plagas, las moscas del orden Diptera tienen un importante papel ecológico y son de gran importancia humana. Son los polinizadores más importantes después de las abejas; las moscas de la fruta se usan en la investigación como organismos modelo y los gusanos de algunas especies de moscas se usan en la medicina para limpiar heridas. Como polinizadores, las moscas son especialmente importantes en ambientes húmedos y fríos. En comparación con las abejas, necesitan menos alimentos y no necesitan proporcionar alimentos para sus crías.
Descripción y distribución de moscas
Las moscas son ágiles voladores, capaces de adaptarse a distintas condiciones en el medio aéreo, y están equipadas con uno o más pares de alas. Sus cabezas contienen las antenas, los ojos y las piezas bucales. Su tórax soporta las alas y los cabos que ayudan a equilibrar al insecto durante su vuelo y el tercer segmento es el abdomen, que consiste en hasta 11 segmentos, según la especie. Las moscas tienen una cabeza móvil con un par de ojos compuestos grandes en los lados de la cabeza, y las moscas domésticas tienen los ojos rojos, siendo en la hembra un poco más grande y más separados que en el macho.
Una mosca doméstica adulta puede crecer hasta 8-12 mm. de largo, tener un color gris oscuro o incluso negro, seis patas, un par de alas y antenas. Todo el cuerpo está cubierto con cerdillas similares a pelos, lo que las hace muy sensibles al entorno que las rodea. No tienen un aguijón, pero sus bocas absorben los alimentos como una esponja. Sus lenguas tienen forma de pajitas para que puedan chupar su comida. Comen cualquier materia húmeda o en descomposición, pero se sienten particularmente atraídos por los desechos de las mascotas porque el olor es fuerte y es fácil para ellas encontrarlos. Vuelan con gran precisión, tienen una velocidad de vuelo de aproximadamente 2 m/s (7,2 km/h), batiendo las alas unas 200 veces/segundo.
Hay cuatro etapas en el desarrollo de una mosca. Los huevos son blancos y de aproximadamente 1 mm de largo, de forma alargada y con extremos redondeados. Los huevos se producen en grupos de aproximadamente 100. En las siguientes 24 horas, las larvas, también conocidas como gusanos, eclosionan de los huevos. Viven y se alimentan de material orgánico muerto y en descomposición, como basura, carroña o heces. Son pálidas, blanquecinas, 3–9 mm de largo, más delgadas en el extremo de la boca y no tienen patas. El ciclo de vida de las larvas varía de 14 a 90 días y al final de su cuarto estadio, los gusanos se arrastran a un lugar seco y fresco y se transforman en pupas, de color rojizo o marrón, de aproximadamente 8 mm de largo. Fuera de las pupas, las moscas adultas emergen, completando así su metamorfosis. Los adultos pueden vivir de dos semanas a un mes en la naturaleza, pero solo 36 horas después de salir de la etapa de pupa las hembras son receptivas para el apareamiento. Normalmente, las hembras se aparean solo una vez, almacenando el esperma para usarlo repetidamente, llevando así a cabo varias puestas de huevos.
Las moscas suelen ser abundantes y se pueden encontrar en casi todos los hábitats terrestres del mundo, a excepción de la Antártida. Esta especie incluye muchos insectos conocidos, como moscas domésticas, moscas sopladoras, mosquitos, moscas negras, mosquitos y moscas de la fruta… Del total de especies contabilizadas, se pueden encontrar aproximadamente 19,000 especies de Diptera en Europa, 22,000 en la región Austral, 20,000 en la región Afrotropical, 23,000 en la región Oriental y 19,000 en la región de Australasia. Si bien la mayoría de las especies tienen distribuciones restringidas, algunas como la mosca doméstica (Musca domestica) son cosmopolitas y prosperan en todos los hogares del mundo. Les gusta el calor, por lo que se sienten muy cómodos a temperaturas entre 20-40 ° C, siendo este su límite, ya que, a temperaturas superiores a 45 ° C, todas las actividades que tienen cesan. El vuelo, la alimentación, el apareamiento y la reproducción también se ponen en espera a temperaturas inferiores a 15 ° C, cuando las moscas entran en un estado latente de “hibernación”, ya estén en su etapa adulta o en pupas.
Cría y alimentación
Las hembras ponen sus huevos en estiércol, compost, comida podrida (basura biodegradable) y estiércol mezclado con prácticamente cualquier material. Después de un desarrollo embrionario de alrededor de 15-25 horas, las larvas sin cabeza y sin patas eclosionan. Al agitar su cuerpo, pueden moverse fácilmente en el sustrato alimenticio, sin la necesidad de ninguna ayuda, y se alimentan de las sustancias en descomposición que se encuentran en el área donde eclosionan. Durante este tiempo crecen y mudan dos veces, antes de pasar a la etapa de pupas. La duración de la metamorfosis de pupas a su estado final como mosca depende de la temperatura alrededor y toma de 3 a 8 días. Después de dejar las pupas, las moscas adultas están listas para reproducirse 1-2 días después de la eclosión.
Las moscas adultas viven de 2 a 4 semanas en verano e incluso más tiempo en un clima fresco. En verano, se puede producir una nueva generación cada 8 a 14 días, pero en condiciones desfavorables pueden ser necesarios hasta 20 días. Entre diez y doce generaciones anuales son comunes. Las moscas domésticas generalmente pasan el invierno en las etapas inmaduras, principalmente como pre-pupas.
En lo referente a alimentación durante su etapa adulta, las moscas domésticas se alimentan de sustancias líquidas o semilíquidas junto con material sólido que ha sido ablandado por salivación o vómito. Por esta razón, el agua es una parte esencial de la dieta de estas moscas, ya que no pueden sobrevivir más de 48 horas sin agua. Las moscas también necesitan comida por lo menos dos o tres veces al día. Debido a su gran ingesta de alimentos, depositan heces constantemente, lo cual es uno de los factores que hacen de este insecto un peligroso portador de patógenos. Se alimentan de cualquier tipo de alimento humano, basura, desperdicios, heces humanas, excrementos de animales o sudor. La mosca doméstica es muy peligrosa para las personas, ya que puede portar y transportar diversos agentes patógenos de los lugares sucios de los que vienen, que luego se depositan en los alimentos que consumimos. Las moscas son transmisores genuinos de enfermedades diarreicas, infecciones de la piel y los ojos, tuberculosis, fiebre tifoidea, cólera y polio, entre otras. Cuando veas a una mosca frotándose sus diminutas y velludas piernas, ten por seguro que están llenas de bacterias y gérmenes recolectados de materia en descomposición, excremento u orina, y ahora se propagarán a tu comida y al interior de tu hogar.
Aunque las moscas domésticas, generalmente pasan su vida confinadas en las viviendas humanas, pueden volar hasta 10 km. desde su lugar de reproducción. Solo están activas durante el día y descansan por la noche, en las esquinas de las habitaciones, los techos, los sótanos y los establos, donde pueden sobrevivir los inviernos más fríos mediante la hibernación, para luego, cuando llega la primavera, volver a aparecer. Las moscas adultas comienzan a verse solo unos días después del primer deshielo.
Debido a la capacidad de las larvas de mosca doméstica para alimentarse y desarrollarse en una amplia gama de materia orgánica en descomposición, realizan una labor importante en el proceso de reciclaje de nutrientes en la naturaleza. Diversos estudios sugieren que su adaptación puede ser explotada para combatir cantidades cada vez mayores de desechos, ya que las larvas de mosca doméstica pueden controlarse de manera que puedan reducir el estiércol animal, reduciendo así la mayor parte de los desechos y minimizando los riesgos ambientales de su eliminación. Los gusanos criados en criaderos especiales también pueden usarse como alimento para la nutrición animal.
Las moscas como plagas
Dependiendo de la especie, las moscas pueden ser consideradas tanto cazadores como presas. Las larvas pueden ser herbívoros, carroñeros, descomponedores, depredadores o parásitos, y el consumo de materia orgánica en descomposición es uno de los comportamientos de alimentación más frecuentes. Las larvas de algunos grupos se alimentan de o en los tejidos vivos de las plantas y los hongos, y algunas de ellas son plagas graves de los cultivos agrícolas. Las especies de moscas que se alimentan de sangre de vertebrados tienen estiletes afilados que perforan la piel, insertan saliva anticoagulante y absorben la sangre que fluye, pudiendo también transmitir ciertas enfermedades en el proceso. Pájaros, murciélagos, ranas, lagartijas, libélulas y arañas se encuentran entre los depredadores de las moscas.
Sin embargo, la que más concierne al ser humano es la mosca doméstica, ya que, al compartir espacio vital, suponen una constante molestia. Estos insectos están acostumbrados a vivir entre humanos, por lo que no tendrán reparos en volar y aterrizar sobre ellos. No obstante, no debemos pasar por alto los auténticos riesgos que entrañan la presencia de estos insectos: su capacidad para transportar patógenos y transmitir enfermedades, como se indicó anteriormente. Las moscas se desarrollan principalmente en los períodos más cálidos del año, ya que depositan sus huevos en el suelo o en heces de animales y cuando la temperatura crece, estos eclosionan. Normalmente hibernan durante el invierno, sin embargo, también pueden estar activos en un número menor en períodos más fríos, especialmente si se han establecido dentro de una casa cálida, ya que generalmente se refugian dentro de los edificios cuando llega el invierno.
Para controlar su propagación y prevenir una plaga, se deben tomar varias medidas, empezando por identificar correctamente la especie con la que estás tratando. Como durante su vida una mosca hembra puede poner hasta 500 huevos, un pequeño problema puede convertirse en una gran infestación si no se resuelve a tiempo y adecuadamente. Una vez que hayas identificado el problema, los siguientes pasos pueden ayudarte a reducir el riesgo de una infestación.
Controla la humedad cerrando y arreglando si fuera necesario grifos que gotean y drenajes bloqueados donde el agua puede acumularse, ya que las moscas necesitan humedad para vivir y multiplicarse;
Limpia los restos de alimentos y los derrames de líquidos de las áreas de consumo y preparación de alimentos, así como debajo de los muebles y electrodomésticos de la cocina;
No dejes agua estancada (por ejemplo, en regaderas y plantas de maceta) ya que esto ofrece a las moscas la oportunidad de alimentarse y reproducirse;
Mantén los alimentos cubiertos en todo momento, ya que incluso las migas pueden atraer moscas y animarlas a poner huevos cerca. Las sobras deben cubrirse cuidadosamente, ya que el contacto de la mosca con la comida es la principal causa de contaminación de los alimentos;
Mantén un buen nivel de higiene manteniendo limpios tus contenedores, fregaderos y áreas de alimentos;
Cubre los puntos de entrada en todas partes de tu casa colocando mosquiteras en las ventanas, manteniendo las ventanas y puertas cerradas por la noche e instalando una unidad para matar moscas;
Mantén los comederos para pájaros o mascotas que tengas en el exterior limpios, y retira la comida antes del anochecer;
Elimina el desorden dentro de la casa y el jardín, ya que las áreas desordenadas pueden convertirse en un lugar de reproducción potencial;
Si tienes perros, gatos u otras mascotas, la prioridad debe ser limpiar sus bandejas de basura rápidamente, porque sus excrementos no solo son una fuente de alimento para las moscas, sino también un entorno perfecto para poner huevos;
No dejes que la materia orgánica (animal o vegetal) se pudra, ya que se vuelve suave y húmeda, proporcionando las condiciones ideales para el crecimiento de las larvas.
En caso de una infestación, las moscas pueden eliminarse a través de varios tipos de métodos, dependiendo del tamaño de la infestación. Si los métodos de prevención fallaron y las moscas lograron ingresar a tu casa, el papel adhesivo suele ser bastante efectivo. Las trampas compuestas por atrayentes para moscas en forma de comida que se utilizan en conos invertidos también se pueden usar, así como las trampas para moscas que utilizan luces ultravioletas. En caso de una infestación más grande, se recomienda el uso selectivo de insecticidas, sin embargo, primero se deben probar todas las estrategias de prevención y eliminación no químicas. Los métodos de saneamiento, junto con las mosquiteras que mantendrán a las moscas fuera del hogar, deberían ser suficientes para mantener el desarrollo de una infestación bajo control, ya que deberían ayudar a reducir la cantidad de moscas adultas y, por lo tanto, evitar el desarrollo de nuevas generaciones.
Para obtener más detalles sobre cómo prevenir o administrar estos casos si te ves obligado a lidiar con una plaga de moscas y los problemas adicionales que causan, consulta nuestros artículos relacionados sobre las formas de “Prevenir una plaga de moscas” y “Cómo eliminar las moscas”.