Información sobre las garrapatas

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Las garrapatas son arácnidos que se alimentan de la sangre de sus huéspedes. Estos parásitos que plagan a un gran número de especies animales en general, se encuentran sobre todo en perros, gatos, aves e incluso, a veces, reptiles. Las garrapatas están relacionadas con los escorpiones y las arañas. Son parásitos hematófagos, que se alimentan de la sangre de un huésped vivo y vivirán en ese huésped si no se eliminan. Las garrapatas se vuelven más activas durante la primavera y el verano, aunque también es fácil encontrarlas activas a finales del otoño. Durante el invierno, si bien su población se reduce y se les hace casi imposible encontrar un huésped, suelen hibernar y reducir su ritmo de vida para sobrevivir y volver a atacar en cuanto las temperaturas asciendan. Las picaduras de las garrapatas no duelen, lo que las convierte en excelentes parásitos. La mayoría de las garrapatas no portan ni pueden transmitir ninguna enfermedad y no causarán problemas en la salud. Sin embargo, un pequeño pero a tener en cuenta número, pueden provocar la enfermedad de Lyme o algún tipo de meningitis

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Descripción y distribución

Las garrapatas jóvenes poseen 6 patas divididas en 3 pares, mientras que las maduras tienen sólo 4 patas. Pese a ser realmente pequeñas, se pueden ver a simple vista. Los machos son todos negros, mientras que las hembras son negras a excepción del abdomen, de color rojo. La única forma que tienen las garrapatas de cambiar de huésped es a través del contacto físico, ya que no saltan ni vuelan, simplemente se arrastran hacia su presa. Las garrapatas se encontrarán en áreas con césped alto, por lo que estas son las zonas que deben evitarse.

Las especies de garrapatas están ampliamente distribuidas en el mundo, pero florecen mejor en áreas con climas húmedos, ya que necesitan cierta cantidad de humedad para llevar a cabo su metamorfosis. Las áreas cálidas también ayudan, mientras que las temperaturas frías generalmente inhiben el desarrollo del huevo en la larva. Estos parásitos pueden afectar a muchos tipos de animales, desde mamíferos hasta aves y reptiles, como serpientes, iguanas y lagartos, e incluso anfibios. También pueden causar un daño considerable al ganado, a las mascotas e incluso afectar a los seres humanos.

Picadura de garrapata – qué hacer

Las garrapatas deben eliminarse tan pronto como detectes su presencia, y deben ser eliminadas por completo, ya que es la única forma de prevenir una enfermedad. Si eliminas cuidadosamente la garrapata, también eliminas la posibilidad de contraer una enfermedad. Al retirar la cabeza de la garrapata, eliminarás la posibilidad de que ésta provoque una erupción y también de contraer una enfermedad. Es importante que la cabeza se retire de una sola vez, junto con el cuerpo. Si solo eliminas el cuerpo de la garrapata, la cabeza inyectará automáticamente saliva, la cual puede transportar los patógenos que transmitan la enfermedad a su huésped.

Por lo general, después de eliminar correctamente la garrapata, no es necesario tomar otras medidas, aparte de desinfectar las áreas. Pero en algunos casos, será mejor si tienes una vacuna contra el tétanos. Hay personas que tienen alergias a las garrapatas, algunas veces pueden provocar muy malas reacciones que desemboquen en la persona que ha sido mordida sufriendo un shock anafiláctico. La mayoría de las enfermedades que las garrapatas pueden provocar producen los mismos síntomas que un resfriado: fiebre, dolores de cabeza, náuseas, vómitos. Los síntomas pueden aparecer en el primer día o hasta después de 3 semanas. Los síntomas pueden ir acompañados de manchas rojas en la piel donde se encuentra la picadura. Sin embargo, si quitas la garrapata en las primeras 24 horas, no llegarás siquiera a sufrir los síntomas.

Las garrapatas pueden transmitir enfermedades como la enfermedad de Lyme, la tularemia, la babesiosis y la fiebre del Colorado por garrapatas. Debes consultar a un médico si:
– observas signos de shock (especialmente en niños);
– tienes problemas para respirar;
– se produce una reacción alérgica;
– experimentas hinchazón significativa de la lengua y edema laríngeo;
– empiezas a convulsionar

Para saber si has sufrido una picadura, estas son las señales que debes buscar:-
– cualquier problema respiratorio, sibilancias o manchas en la piel;
– si tienes problemas para mover los brazos, te sientes adormecido, o tiene problemas para hablar o para ver (vista nublada, mareos);
– busca cambios en la piel, en el lugar de la picadura de la garrapata.

Cuando vayas al médico, necesitarás saber las respuestas a las siguientes preguntas:
– ¿Cuándo te mordieron? ¿Dónde te mordieron?
– ¿Qué aspecto tenía la garrapata?
– ¿Cómo te sientes?
– ¿Hiciste algo para tratar la mordida?
– ¿Tienes puesta la vacuna contra el tétanos?
– ¿Has viajado a algún lugar donde existan casos o posibilidad de adquirir la enfermedad de Lyme?

Recuerda, los primeros auxilios cuando se trata de picaduras de garrapatas incluyen: quitar la garrapata lo más rápido posible, usando pinzas, y cuidando mucho el eliminar la cabeza de una sola vez, y no solo el cuerpo. Luego, lava el área con jabón y desinfectante. Debes acudir al médico si: no eliminaste la garrapata por completo, sufriste una erupción, tienes problemas para respirar o tienes fiebre.

Cría y alimentación

Las garrapatas tienen un ciclo de vida de cuatro etapas, pasando de huevo a larva, luego a ninfa y finalmente a adulto. Las hembras generalmente pueden poner hasta 3.000 huevos y cuando las larvas emergen y se alimentan de su primer huésped, se desprenden de su primera muda y pasan al suelo como ninfas. Luego se adhieren a otros anfitriones, se alimentan de ellos y, tras varios días alimentándose de uno o varios huéspedes, pasan al estado definitivo de adulto. Al alcanzar la madurez, las garrapatas femeninas se adhieren a hospedadores más grandes, se alimentan, ponen huevos y el ciclo comienza de nuevo.

Al ser parásitos, las garrapatas satisfacen sus necesidades nutricionales alimentándose de la sangre de su huésped. Necesitan sangre para sobrevivir y poder pasar de un ciclo de vida a otro. Pueden soportar grandes períodos de tiempo sin comer, pero acaban muriendo si no pueden encontrar otro huésped. Por lo general, encuentran a sus anfitriones al detectar su aliento u olores corporales, pero también pueden sentir el calor corporal, las vibraciones o la humedad.

No saltan ni vuelan, sino que solo esperan, se aferran a las hojas o al pasto alto, al acecho de que pase un huésped al que adherirse. Extraen sangre perforando un orificio en la epidermis del huésped, en el que insertan su hipostoma, y ​​evitan que la sangre se coagule al excretar un anticoagulante o un inhibidor de la agregación plaquetaria. Se alimentan hasta que se llenan por completo, lo que significa que su peso puede aumentar de 200 a 600 veces desde que comienzan a alimentarse.

Plagas de garrapatas

Como se mencionó anteriormente, las garrapatas pueden albergar varios tipos de patógenos transmitibles a su huésped, y esto puede dificultar el diagnóstico de una infección. Algunos pueden causar enfermedades como el tifus o la fiebre Q, la enfermedad de Lyme, la tularemia y la meningoencefalitis transmitida por garrapatas. Las picaduras de garrapatas normalmente no causan infección si se eliminan rápidamente. Estas plagas se pueden eliminar de un huésped con pinzas de punta fina, asegurándose de que también se quite la cabeza y no solo el cuerpo. También es posible congelarlas con un removedor de verrugas médico. Si descubres que alguien en tu hogar ha sido mordido por una garrapata, quítalo con unas pinzas. Ten cuidado de no apretar el cuerpo de una garrapata incrustada, ya que se debe evitar que regurgite en el punto de unión ya que esto ayuda a la transmisión de enfermedades como la enfermedad de Lyme. La cabeza debe ser removida en su totalidad siempre.

Normalmente se adhieren a áreas con una piel más suave y más penetrable, como:
– la ingle
– bajo los brazos
– dentro de las orejas
– en el pelo
– dentro del ombligo
– detrás de las rodillas

Para evitar y controlar que las garrapatas ingresen a tu casa, deberás tomar algunas medidas que impidan el desarrollo y supervivencia de las garrapatas en tu hogar. Reparar las grietas o huecos y mantener el césped corto puede desalentar las infestaciones. La eliminación de todos los nidos y restos de nidos vacíos de aves y roedores también es necesaria, ya que las garrapatas infestarán fácilmente estos lugares. Las garrapatas pueden convertirse en un problema si hay huéspedes de garrapatas adecuados que vivan en los espacios estrechos de tu jardín o patio o en el ático. Otros animales pueden traer garrapatas al interior de sus nidos, madrigueras, refugios u otros espacios de vida, y mantenerse en estos huéspedes hasta que las garrapatas tengan posibilidad de infestar a tus mascotas, trayendo finalmente las garrapatas dentro de tu casa. Por lo tanto, siempre es una buena idea inspeccionar a tus mascotas para asegurarse de que no haya garrapatas adheridas a ellas.

Controlando el estado de tu jardín, manteniéndolo en orden y eliminando el pasto alto, podrás reducir la presencia de garrapatas en tu propiedad. Asegúrate de tomar siempre medidas preventivas y de mantener un espacio ordenado, ya que esto desalentará el desarrollo de una población de garrapatas. Si necesitas obtener más información sobre qué tipo de medidas preventivas puedes aplicar, visita nuestro artículo relacionado donde te presentamos consejos sobre cómo “Prevenir las plagas de garrapatas”. Además, si ya estás lidiando con una plaga, averigüa cómo deshacerte de las garrapatas y qué tipo de productos puedes usar consultando nuestro artículo relacionado sobre ‘’Cómo eliminar las garrapatas’’.

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