Con alrededor de 600 millones de perros callejeros en todo el mundo buscando comida, estos animales son un elemento común en casi todo el mundo. Jaurías de perros callejeros se pueden encontrar a menudo en las afueras de las ciudades, hurgando en la basura y dispuestos a molestar a cualquiera que pase por allí.
Por lo general, los perros callejeros se asustan fácilmente, incluso simplemente girándote y enfrentándote a ellos. Sin embargo, si forman un grupo grande, se sienten alentados por su superioridad numérica y pueden llegar a atacar para conseguir alimentos, o proteger el que ya tienen.
Los perros salvajes viven donde tienen un hábitat y una fuente de alimento disponible, más comúnmente en parques, en edificios abandonados y en áreas boscosas rurales. También son muy protectores de su territorio, por lo que pasar por un lugar donde vive la manada podría ser una mala idea. Los perros salvajes o callejeros que deambulan libremente pueden aprovecharse del ganado o de las mascotas de la familia, convertirse en un peligro para las personas o causar un gran daño a tu propiedad.
Se ha informado que uno de cada 20 perros morderá a una persona en su vida, lo que hace que, con 600 millones de perros callejeros en todo el mundo, los ataques a las personas sean comunes. Aunque con la esterilización y los programas en curso en algunos países se tiene cierto control, el problema sigue existiendo y puede incluso empeorar. Los brotes de rabia ocurren con regularidad, y la Organización Mundial de la Salud estima que la enfermedad mata a 55,000 personas por año. Los perros son la causa de trasmisión en el 99 por ciento de estos casos. Los perros callejeros también pueden ser portadores de cualquiera de las siguientes enfermedades:
Moquillo
Garrapatas, pulgas, sarna
La tiña y otras enfermedades fúngicas
Dirofilariosis
Tos perruna (Traqueo bronquitis infecciosa canina)
Parásitos intestinales: lombrices, anquilostomas, tenias, tricúridos
Los casos de perros que atacan a personas mayores o niños se dan muy a menudo, ya que son los que tienen menos posibilidades de protegerse de un ataque. Según el país o la ciudad, y sus medidas de protección implementadas, el número de perros puede variar desde 100,000 en Bucarest, a 1,25 millones en Bagdad o 20,000 perros en una población de 50,000 personas en Detroit. Algunos han adoptado la eutanasia como solución, otros solo la esterilización, pero no importa la medida para deshacerse de los perros, el mejor resultado siempre proviene de la prevención de dicha plaga.
Protección contra un ataque de perros callejeros
Aunque los perros no son verdaderos animales de manada, cuando se forma un grupo numeroso puede resultar una amenaza, especialmente por la noche. Dado que los perros son carroñeros, no cazadores, la razón por la que se acercarían a las personas es por comida.
También son animales desconfiados, lo que significa que les gustaría acercarse, pero tienen miedo. Si ves que un perro se acerca y luego se retira, este es un comportamiento desconfiado. Ten en cuenta que los perros temerosos suelen atacar por la espalda, así que presta especial atención a tu visión periférica. Los gruñidos son un símbolo claro de hostilidad. Los gruñidos suponen una amenaza que deberías interpretar como que el perro quiere que te vayas. El mejor método es prestar atención a estas advertencias y respetar los deseos del perro, porque si no lo haces, el perro tiene dos opciones: correr o atacar.
Caminar por la ciudad es una forma relajante de hacer ejercicio, pero un encuentro con un perro agresivo en el camino es una situación aterradora y potencialmente peligrosa. Saber cómo protegerse de los perros mientras caminas es vital para tu seguridad, especialmente cuando se trata de perros callejeros. Si te encuentras con un grupo de tres o más perros, intenta evitarlos, ya que juntos son más peligrosos. Evita pasar por su territorio a toda costa. Si caminas por caminos rurales, hay una gran posibilidad de encontrar perros abandonados que por naturaleza son asustadizos, pero que, al sentir la presencia de un humano, pueden volverse agresivos.
Especialmente si te encuentras con un perro callejero en la calle, no lo acaricies. Pide permiso antes de acercarte a los animales que caminan con sus dueños, también, ya que, si el perro se sobresalta, puede atacar y morder.
Recuerda que los perros pueden sentir fácilmente el miedo y esto los vuelve aún más agresivos. Nunca hagas contacto visual directo con un perro callejero, ya que ellos perciben esto como una amenaza. No le des la espalda a un perro que ladra, nunca corras, ya que solo lo alentará a seguirte y los humanos se ven fácilmente superados por los perros en una carrera, así que evita cualquier movimiento repentino y aléjate lentamente del perro. Para protegerte en las caminatas, también puedes llevar armas defensivas como spray de pimienta, silbatos electrónicos o incluso un bastón eléctrico de aturdimiento.
Los perros callejeros en busca de comida pueden extenderse por distintos territorios, reproducirse y tener camadas no deseadas con enfermedades contagiosas. Muchos perros se quedan sin hogar cuando se separan de sus dueños, se pierden o escapan. La vida de un perro en la calle es difícil, especialmente si están acostumbrados a ser atendidos. Si ves a un perro callejero, aprende a lidiar con el perro de manera segura para que ambos estéis protegidos.
Si se te acerca un perro que puede atacarte, sigue estos pasos:
Resiste el impulso de gritar y huir.
Permanece inmóvil, con las manos a los lados y evitando el contacto visual con el perro.
Una vez que el perro pierda interés en ti, retrocede lentamente hasta que se pierda de vista.
Si el perro ataca, “escúdate” con tu chaqueta, bolso, bicicleta o cualquier cosa que puedas interponer entre el perro y tú.
Si te caes o te tiran al suelo, hazte un ovillo con las manos sobre las orejas y permanece inmóvil. Trata de no gritar o rodar ya que esto sólo alentará a los perros.
Protege tu casa de los perros callejeros
Si estás tratando con perros callejeros que visitan tu patio o jardín, puedes intentar usar repelentes naturales, como colocar bolas de algodón empapadas con amoníaco o vinagre alrededor de la parte de tu jardín o patio que el perro frecuenta, ya que el olor fuerte lo hará retroceder. Si estos repelentes naturales no funcionan, puedes usar un repelente líquido o granular alrededor del perímetro de tu jardín que afecte al sentido del olfato y el gusto de un perro. También puedes aplicarlo en plantas y flores para protegerlas de la destrucción que provocan los perros. Los repelentes líquidos protegen áreas extensas y brindan una protección esencial para mantener a los perros callejeros fuera del jardín.
Otro repelente eficaz para perros son los rociadores activados por movimiento, que funcionan al liberar un chorro repentino de agua. El estallido de agua, junto con el sonido de tic-tic-tic, seguramente mantendrá a los perros fuera de tu propiedad. Saber el tipo y la cantidad de perros con los que estás tratando es sin duda el primer paso para proteger tu hogar de estos invasores caninos, ya que algunas soluciones funcionan para un solo invasor, pero tratar y deshacerse de una jauría al completo podría ser más complicado.